Mucho creemos saber
sobre la enfermedad,
pero los que la padecen
son los que la sienten de verdad.
Creemos el dolor entender,
pero no podemos imaginar
lo que ellos pueden soportar.
Pero sí les podemos animar.

Siempre con precaución,
te hablo con el corazón.
Te Sonrío,
​no te fallo,
​te canto una canción,
y te doy mi cien por cien,
para que tú te apoyes
en todo este amor que ves.

Es bueno para mí llorar,
pero quiero que tú sepas
​que no me voy a derrumbar.
​Yo voy a hacer lo que pueda
para darte cualquier cosa
​salvo pena, salvo mal,
​mientras tú le plantas cara
​al cáncer en el hospital.
Cuenta siempre conmigo,
por mí no te has de preocupar
porque amarte es un regalo,
​tanto como ir a tu lado
y ahí es donde quiero estar.

Y te voy a amar lo mismo
​con los cambios de tu cuerpo;
​jamás cicatriz alguna
​haría que te amase menos,
​¡al contrario!
Orgulloso de ti, siempre,
​por si lo dudas, te digo
​que eres mi único cielo,
con o sin tu hermoso pelo.
Y si bajas al infierno
​por causa del tratamiento,
​ahí voy por darte la mano.​